The Green Book

Reseña del libro escrita por Joy Hopkins

Impreso en papel 100% reciclado, The Green Book (El libro verde) se lee más como una enciclopedia anecdótica para niños (exceptuando las fotos) que como un libro hecho y derecho. Los 12 capítulos, cada uno referido a un espacio común o a una actividad, como el hogar, el trabajo, la escuela y los viajes, presentan sistemáticamente formas simples en las que los lectores pueden reducir su impacto ambiental en cada espacio. Cada capítulo contiene tres secciones, incluyendo una sección que presenta el panorama general, seguido de 3 sencillos pasos para hacerse «más verde», y, finalmente, varias pequeñas maneras de minimizar los impactos ambientales negativos en cada espacio. La sección de referencia después de estos capítulos «molde» en realidad abarca aproximadamente el 25% del libro y es probablemente la más útil, ya que ofrece enlaces a varios sitios web prácticos por área temática y todos en un solo lugar. Para condimentar las cosas un poco (¿o para vender más libros u obtener más tiempo de transmisión en horario estelar por televisión quizá?), los autores salpimientan los capítulos con viñetas bienintencionadas, aunque en última instancia cómicas, de las estrellas de Hollywood como Jennifer Aniston y compañía.

La lección más interesante del libro es un poco cliché, pero es bien recibida. Todas y cada una de nuestras acciones como individuos se suman de manera importante cuando consideramos la población mundial, estimada en 6700 millones de personas. El libro sugiere acciones tan pequeñas como que la utilización de una servilleta de papel menos por día en la cafetería del trabajo, por ejemplo, «podría ahorrar suficientes servilletas para proporcionar una a cada persona que come un perro caliente el 4 de julio». El libro está repleto de estas referencias anecdóticas que, al igual que los chistes malos, al principio son simpáticas, pero acobardan rápido, aunque de manera cortés.

La idea básica de devolver a las personas una conciencia ambiental y un sentido de responsabilidad es honorable. La manera en que los autores eligen hacer esto, sin embargo, no es ideal. Incluso los lectores más receptivos son susceptibles de cansarse del lenguaje repetitivo, aunque inventivo, que anega el libro. El libro sirve más como guía de referencia para hacer consultas, de preferencia junto con una segunda fuente, según sea necesario, o como un sustituto saludable para una revista mientras se espera en un consultorio médico o en el salón de belleza.

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