Qué maravilloso es que nadie tenga que esperar un solo momento para comenzar a mejorar el mundo.

Ana Frank



 

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Acerca de Alemania

A los 16 años, Joy hizo su primer viaje fuera de los EE.UU. para asistir durante un semestre a un internado, Louisenlund, ubicado en el norte de Alemania. Joy se había enterado de la oportunidad mediante el director de la Escuela Dublín cuando ella solicitó una reunión con él durante su segundo año de estudios. Ella entró a la oficina un día, preocupada, con una larga lista de programas que encontró, los cuales ofrecían varias oportunidades de estudio en Europa, pero sin ayuda económica. Joy quedó desconcertada por la sonrisa en la cara del director cuando ella estaba expresando sus tribulaciones, cuando él finalmente la detuvo a mitad de una frase para decirle que acababa de hablar por teléfono con un representante de la conferencia Round Square. Joy se quedó con la mirada perdida. El director continuó diciendo que el representante de Round Square estaba presentando un programa piloto de intercambio, ¡y había llamado para ofrecer tres plazas para estudiantes de la Escuela Dublín para el próximo semestre!

Joy escuchaba con alegre asombro mientras el director explicaba que dos plazas estaban disponibles en Inglaterra y una en Alemania. A continuación, el director dijo que si Joy iba a ser aceptada en el programa, su beca en Dublín iría a cuenta de cualquier matrícula de la escuela en el extranjero. Los ojos de Joy se iluminaron y los engranajes en su cabeza ya estaban girando, buscando la manera de pagar el boleto de avión. Joy saltó de su silla y casi abrazó al hombre, pero él le advirtió que no se emocionara tanto, porque tenía que permitir que todo el alumnado se postulara y no había garantía de que Joy sería elegida. Pero nada detendría a Joy. Ella salió de la oficina casi a brincos, se dirigió a la biblioteca y comenzó a investigar todo lo que se podía saber sobre Alemania. Después de todo, pensó, «¿Por qué ir a Inglaterra cuando yo ya sé inglés?».

La aceptación de Joy para el programa de Alemania llegó varios meses después a través de un fax de Herr Philip Town, el representante de la conferencia Round Square y administrador en Louisenlund, quien le dio la bienvenida a Joy al programa y le pidió que le enviara una fotografía suya vía fax, para que pudiera reconocerla en el aeropuerto cuando ella llegara. En un día memorable, el 8 de septiembre, Joy abordó un avión de Boston a Hamburgo en la aerolínea Sabena con escala en Bruselas. Herr Town recibió a Joy con un gran abrazo y le dijo que la reconoció de inmediato por su sonrisa gigante; era la única característica que él podía detectar en el fax fallido que había recibido.

Joy estaba emocionada de haber aterrizado finalmente en Alemania y le sorprendió lo mucho que se parecía a los EE.UU. Ella había trabajado la mayor parte del verano para pagar el boleto de avión y el Director de Desarrollo de la escuela Community Prep recaudó US$ 395 de la facultad para que Joy comprase un Flexipass de Eurail con una validez de 10 días de viaje dentro de un período de 2 meses. Los miembros de la junta de la escuela también le ofrecieron una chaqueta para la lluvia y otros accesorios para el viaje. Joy estaba preparada para enfrentar a los elementos, para bailar canciones folclóricas y para perseguir a la gente con pantalones de cuero. Poco sabía ella.

Joy se encariñó de la vida en el dormitorio de Eichenhaus. Tenía una compañera de cuarto de Stuttgart que llevaba una chaqueta Barbour, fumaba cigarrillos y era amable con Joy sobre todo cuando nadie estaba mirando. Joy se lo tomaba con amabilidad. No pasó mucho tiempo antes de que Joy encontrara a otro estudiante angloparlante nativo aparte de ella y Fletcher Farrow Previn, el hijo de Mia Farrow y André Previn, quien también asistía a la escuela. Natt de Australia se convertiría en la mejor amiga de Joy en los próximos meses. Joy y Natt tendrían profundas conversaciones filosóficas mientras se peinaban el cabello y se cortaban las puntas picadas con tijeras de escritorio. También hacían recorridos prolongados por el campus. Joy todavía tiene fragmentos de una roca que Natt le regaló, un gran hallazgo en una caminata que tuvieron en un bosque cercano, y un billete de $ 10 australianos con una nota de Natt decía que una Coca-Cola no debería tener ese precio para cuando Joy fuera de visita a Australia.

Un puñado de chicas alemanas fueron muy amables con Joy y pacientes con su alemán chapurrado. Después de todo, la única profesora de alemán que Joy tuvo era la mujer con un acento bávaro en las cintas de audio que se había prestado de la Biblioteca Pública de Providence el verano anterior. Joy no tenía idea de lo que le esperaba con 13 de sus materias en alemán. ¡La única clase que tenía en inglés era Inglés! Una chica alemana invitó a Joy a quedarse con su familia durante las vacaciones, y Joy estuvo muy agradecida con ella y su familia. Joy recuerda las primeras comidas hechas en casa que ella se sirvió con la familia, su primera película en alemán en las salas de cine, su primera probada de gebrannte mandeln y Gluehwein en el Weinachtsmarkt y su primera oración en alemán en la iglesia.

Joy recuerda la amistad con otras chicas alemanas que la invitaron a sus hogares durante largos fines de semana y otros recesos. Una joven la llevó a una hermosa casa de campo que quedaba arropada bajo un manto de estrellas brillantes por la noche. En la casa abundaba la comida, y la familia tenía un congelador gigante donde almacenaban carne para todo el año. A insistencia del padre de su amiga, Joy recuerda que un día vio con ojos entrecerrados cómo él castraba un cerdo.

Otra joven era una fanática de David Hasselhoff, y Joy recuerda que intercambiaba lecciones de idioma con ella. Una noche lluviosa Joy practicó el sonido alemán 'ü' un centenar de veces a cambio del sonido inglés 'th' un centenar más.

Joy también dio clases privadas de inglés a dos niñas de cursos inferiores. Joy aprendió mucho de las dos, ya que compartieron sus perspectivas sobre los Estados Unidos y el mundo en general, con un alemán más básico y sin los adornos del de sus compañeros en la escuela superior.

Karina, una ex estudiante de intercambio en la Escuela Dublín, también invitó a Joy a pasar un tiempo con su familia en Fráncfort del Meno. Joy tiene recuerdos entrañables deambulando por las calles de Fráncfort por las noches, comprando ropa con Karina y su amiga, y reencontrándose con Karina y sus padres de vuelta en la casa. Es esta temprana experiencia de sobrevivencia de Joy, completamente sumergida en una lengua y cultura extranjeras, y arreglándoselas en gran medida por la ayuda de extraños amables, lo que infundió en ella el coraje para seguir explorando nuevos lugares a lo largo de su vida.

Cuando Joy regresó a la Escuela Dublín para completar la segunda mitad de su tercer año, volvió con una visión del mundo más amplia y una sincera compasión por los estudiantes internacionales, quienes compartieron en los Estados Unidos muchos de los desafíos que Joy había experimentado en el extranjero. Joy estaba feliz de compartir el dormitorio con una estudiante alemana de intercambio, Ann Katrin, en la Casa Principal (ahora conocida como Lehmann, en honor al fundador). Más tarde se haría amiga cercana de varios estudiantes de intercambio durante su último año en la escuela secundaria y en la universidad.

La siguiente oportunidad de estudiar en el extranjero para Joy vendría durante su primer año en la universidad. Joy recibió una beca para pasar todo el año en Friburgo de Brisgovia, Alemania. El primer semestre sería con el Programa IES de la Unión Europea y el segundo semestre estaría en la Universidad Albert-Ludwig de Friburgo.

Cuando Joy llegó a Alemania la segunda vez había adquirido una comprensión más sólida del alemán, habiéndose lucido en varios cursos en la universidad. No tenía problemas para encontrar su camino a la oficina del programa IES y llegar a su dormitorio en Engelbergerstrasse 41e 03/31B. Ella aprendería que B no era una habitación; era una cama en una habitación que compartiría con Emily, una chica guapa de Texas que fue a la escuela en Washington, DC. Ese año en Alemania fue uno de los favoritos de Joy hasta la fecha. Las personas que conoció ese año siguen siendo algunos de sus amigos más cercanos hasta el día de hoy. Cuando no estaban consiguiendo la cena en Neukauf y Pennymarkt, era probable que el grupo estuviera desafiándose a terminar «ein Grosses Teller Spaghetti Bolognese» en Brennessel por la increíble ganga de DM 3,50.

Después de la escuela y durante los fines de semana, Joy trabajó en uno de los bares preferidos por los estudiantes del complejo de Engelbergerstr., denominado Mudom. Ella trapeaba los pisos, limpiaba los baños y vaciaba la basura. No fue un trabajo glorioso, pero Joy estaba agradecida por el dinero extra que ganaba para sus compras en el centro Münsterplatz y para ir de excursión. Joy ganó lo suficiente para financiar un viaje a Múnich para Oktoberfest. Ella también estaba feliz de tener dinero extra para los viajes de grupo por Europa, siendo las principales atracciones de Alemania el Deutsche Bank y el Banco Central Europeo en Fráncfort.


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