Quienes tienen un 'porqué' para vivir, pueden soportar casi cualquier 'cómo'.
El primer destino de Joy en la capital de Austria, Viena, no fue la famosa Ópera Estatal de Viena, sino un hospital. Tony estaba estudiando en Austria, mientras ella estaba en Alemania y el apéndice de él reventó. Ella tomó el primer tren al este al enterarase de la noticia. Además de la seguridad inesperada a las puertas del hospital y las enfermeras modelo 1950 que corrían por los pasillos del hospital en sus clásicas cofias blancas, Joy recuerda una fiesta de Halloween para la que se disfrazó de gato y festejó como si fuera 1999, ¡porque lo era! También recuerda un almuerzo en la pequeña cocina tipo dormitorio, donde escuchó con atención a una de las compañeras de cuarto, Stacy, una evangelista devota en formación que preparó un emparedado repleto de lonjas de pavo.